
Este es mi verdadero yo. Así soy yo. Nadie lo sabe, solo unos pocos escogidos... pero he decidido publicarlo. Soy una mantícora blanca. A veces me dejo crecer la cabellera, otras veces me la recorto. Lo mismo pasa con los pelos de la cola. Pero ser una mantícora tiene sus ventajas. Nadie se mete contigo cuando te ve por la calle. Te temen. Sí.
Pero no me temáis. Si me veis por la calle, saludadme, decidme hola como si fuera uno más. De hecho, con mi habilidad para transformarme en humano, casi siempre voy por ahí con un aspecto de lo más normal. Pero a veces me canso, y entonces muestro mi verdadero yo. A veces han intentado cazarme e investigarme, pero, en realidad, yo soy siete veces más fuerte que tú, y veloz. Y siempre estoy de buen humor. Y por eso nunca han logrado atraparme. Y cuando pierdo de vista a los que tratan de cazarme me convierto en humano y si me preguntan, voy y les digo “una mantícora? Qué es eso?”. Y me pongo las manos en los bolsillos y me voy caminando.
Pero no me temáis. Si me veis por la calle, saludadme, decidme hola como si fuera uno más. De hecho, con mi habilidad para transformarme en humano, casi siempre voy por ahí con un aspecto de lo más normal. Pero a veces me canso, y entonces muestro mi verdadero yo. A veces han intentado cazarme e investigarme, pero, en realidad, yo soy siete veces más fuerte que tú, y veloz. Y siempre estoy de buen humor. Y por eso nunca han logrado atraparme. Y cuando pierdo de vista a los que tratan de cazarme me convierto en humano y si me preguntan, voy y les digo “una mantícora? Qué es eso?”. Y me pongo las manos en los bolsillos y me voy caminando.
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